Estamos llenos de las cosas que nos ha dado el pasado, de lo que nos enseña el presente y de lo que le pedimos como regalo al futuro. Yo sigo buscando.
domingo, 27 de octubre de 2013
Sigo despierta. En cada uno de mis pensamientos apareces tu cargado de luz, hasta en la parte más lejana de tu sombra. Entro en duermevela y apareces tu, apretando tu mano contra la mía, apretando mi hombro contra tu pecho, susurrándome sin creértelo que huelo a vida. Caigo dormida y me levantas en vuelo, me abrazas en el aire, moviéndome sólo con tu sonrisa; y yo ya sólo puedo descansar en tus brazos.
jueves, 24 de octubre de 2013
Como un resorte me siento en la cama con los ojos abiertos como un búho.
He visto un recuerdo que no era mio, un uniforme verde y un turbante. He visto un hombre herido en el desierto y secuestrado. 1860, la Guerra de África. Le he visto trabajando como esclavo en una granja, y le he visto aceptando su vida tomando un cuenco de leche con las dos manos. Ordeñar después mas leche para unos niños que no son los suyos. Le he visto aceptar que no será para siempre. Le he visto levantarse un día, marcharse y descubrir que nada se lo impedía.
Cuando cruzó el estrecho acabó en Sevilla. Allí se compró una banquito pequeño y caminó de vuelta a casa. Cuando se cansaba, dejaba el banquito en el suelo y se sentaba a descansar.
He visto un recuerdo que no era mio, un uniforme verde y un turbante. He visto un hombre herido en el desierto y secuestrado. 1860, la Guerra de África. Le he visto trabajando como esclavo en una granja, y le he visto aceptando su vida tomando un cuenco de leche con las dos manos. Ordeñar después mas leche para unos niños que no son los suyos. Le he visto aceptar que no será para siempre. Le he visto levantarse un día, marcharse y descubrir que nada se lo impedía.
Cuando cruzó el estrecho acabó en Sevilla. Allí se compró una banquito pequeño y caminó de vuelta a casa. Cuando se cansaba, dejaba el banquito en el suelo y se sentaba a descansar.
domingo, 20 de octubre de 2013
jueves, 17 de octubre de 2013
martes, 15 de octubre de 2013
domingo, 13 de octubre de 2013
viernes, 11 de octubre de 2013
Subo corriendo la calle, como corro y corro todos los días por lo que me queda por hacer, y cuando por fin llego no recuerdo porqué tenía tanta prisa porqué había que hacerlo todo tan bien si tu no estabas al final de la calle para abrazarme y llenar mis besos con los tuyos. Me haces bien, pero te has olvidado. Me haces bien, pero no puedes creértelo ahora.
domingo, 6 de octubre de 2013
He leído una historia en una caja de zapatos sobre personas que escriben y que también leen historias en cajas de zapatos y que pueden cambiar el mundo. He intentado imaginarme al presidente del FMI con una caja de zapatos llena de historias en sus manos pero no he podido. Ni al del Banco Central Europeo, ni a la presidente de Brasil, ni al Responsable de Inteligencia de Israel. Así que he vuelto a leer la historia por si le habían cambiado el final.
viernes, 4 de octubre de 2013
-¿Me quieres?- No, no, no.. Soy yo quien te quiere. Bueno, no te quiero, te ansío. Más que ansiarte, te deseo. Pero el deseo me da miedo y me para, y yo sólo se pararme delante de ti si tú no me miras y yo a ti si y pienso que te quiero.
Pero tu me pides que no te quiera; porque tu no puedes querer, porque ya has lo has querido todo; aunque no has dejado aún de querer, aunque ella no está para quererte y no la puedes querer más. Y yo queriendo que te dejes querer, para por fin quedarme quieta, mirándote sin que tú me mires y pensar que te quiero.
Pero tu me pides que no te quiera; porque tu no puedes querer, porque ya has lo has querido todo; aunque no has dejado aún de querer, aunque ella no está para quererte y no la puedes querer más. Y yo queriendo que te dejes querer, para por fin quedarme quieta, mirándote sin que tú me mires y pensar que te quiero.
miércoles, 2 de octubre de 2013
Me lo presentaron pero no me acuerdo de cómo me dijeron que se llamaba. Creo que ni le recordaría si me lo encontrara otra vez sentado en la mesita de al lado tomando un cortado con leche condensada.
De lo que sí me acuerdo es que no se sentía especial. Sólo hablaba español; aunque sabía contar del uno al diez en islandés, pero sólo si lo decía del tirón. Cuando acababa sonreía con timidez y agachaba la cabeza.
De lo que sí me acuerdo es que no se sentía especial. Sólo hablaba español; aunque sabía contar del uno al diez en islandés, pero sólo si lo decía del tirón. Cuando acababa sonreía con timidez y agachaba la cabeza.
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