Volamos juntos, en paralelo, y sólo al llegar a meta aterrizamos a ritmos diferentes.
Tu vuelves en picado, directo y sin paradas. Yo me siento en una hoja grande, de chopo, a que me mueva el viento en el trayecto, saboreando el camino hasta el suelo.
Estamos llenos de las cosas que nos ha dado el pasado, de lo que nos enseña el presente y de lo que le pedimos como regalo al futuro. Yo sigo buscando.
jueves, 31 de julio de 2014
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