domingo, 5 de abril de 2015

Recibí una invitación para una subir una montaña. La sostenía incrédula en mis manos mientras me imaginaba coronando la cumbre ya de noche y escuchando todas las canciones que prometían en el folleto. A mitad de camino la invitación se transformó en suscripción amenazante y si no domiciliaba la ilusión y pagaba por adelantado, en siete días la montaña cambiaría de sitio.
Otro fraude, pensé, pero ya que había salido a caminar no iba a volver a casa enseguida. Y seguí paseando ...

jueves, 2 de abril de 2015

Estaba totalmente enamorada del protagonista. Nos imaginaba aprovechando el cambio de turno de los vigilantes de la librería para desplazarnos sigilosos entre las hileras de libros, eligiendo al azar uno de cada balda, y dejándoles en la última página una pequeña hoja con un final alternativo que Max había elegido y redactado minuciosamente para que no desentonara con ninguna historia... 
Apague la luz, me tapé la cabeza y pensé, no seas tonta Lidia, es sólo un cuento.