- Estaremos conectados.. -dices-
Y yo me imagino un hilo rojo invisible atado a nuestros meñiques, conectado a nuestros corazones; porque nada ocurre porque sí, porque si estás y estoy es por algo...
Pero como ya desconfío de todo, reviso nuestro historial de transacciones entrelazadas, grabadas y ordenadas en el tiempo sin posibilidad de alteración, modificación o revisión. Una relación en blockchain. A ver como explica la leyenda japonesa que se haya construido al revés... Porque yo ya me he hecho un lío.