viernes, 19 de junio de 2015

La señorita Marie Puppies apareció con sus tres bolsos y su sonrisa buscando con la mirada el destinatario del sobre que le habían asignado en el reparto de la mañana. 
Justo cuando se paró frente a mi y me pregunto salpicándome con su confeti:
 "- podría usar tu paraguas, si us plau?"  Supe que el sobre de ese día tampoco era para mi, pero que podría llamarla con sólo chocar mis tacones en cualquier momento y acudiría en mi ayuda donde estuviera.  Así que se lo presté y regresé a casa caminando por la sombra. 

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